La bitácora es la caja que contiene la brújula que orienta a los navegantes. Con estas palabras inicié este blog hace ya algunos años. Ahora ya no estoy en activo, ya no voy al "cole" ni vivo el milagro de convertirme en niño. No obstante seguiré publicando aquí recuerdos de vivencias escolares y otras "historias" personales, probablemente producto también de mi vida como maestro, pues todo lo que eres se apoya de alguna manera en lo que fuiste.
Vistas de página en total
martes, 10 de junio de 2014
APRENDIENDO LA VIDA EN EL RECREO
Rafa acude a nosotros llorando y nos muestra su dedo índice, del que mana un poquito de sangre. Ha sufrido un roce con la pared cuando corría pegado a ella. La seño se lo lleva para curarlo y él vuelve muy contento, me enseña exultante la tirita que le han puesto y después corre a enseñarla a otros niños. Se le ve feliz. Me asombra esta capacidad de los niños para transformar pequeñas desgracias en motivos de júbilo.
Amontonan ruedas en la zona de sombra y se lanzan sobre ellas. Trepan, reptan, escalan, saltan, hacen equilibrios y extrañas piruetas. Y al final se caen y se quejan y a veces lloran, pero enseguida vuelven a la carga con renovadas energías. Tentado estoy de decirles que abandonen ese juego que tanto les excita y gusta y que entraña un cierto riesgo de caídas, pero entiendo que les resulta necesario, que el juego también les proporciona una muy necesaria preparación para la vida: probar, arriesgarse, intentarlo, medir las propias posibilidades, caer y volver a intentarlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario