Si
os digo la verdad no sé cómo exactamente empezó. Algún día, hace
ya mucho tiempo, se me ocurrió juntar todas la cosas que muchos de
ellos traen por la mañana, y enseñarlas y comentarlas una por una:
un libro de animales, un tigre- peluche, un helicóptero, un coche de
bomberos, un dibujo, un viejo móvil inservible de papá, un woody,
un batman, una oveja, un cuaderno de coloreo y copieteo, un sombrero,
una trompetilla, un toro de esos que se ponían encima de la tele, un
viejo monedero y un sinfín de objetos a los que ellos tienen
misterioso apego, y que yo termino adorando por la oportunidad que me
dan de sentirlos protagonistas y hablar de montones de temas que no
estaban previstos. Enseñamos la oveja, nombramos a la niña que la
ha traído, que se siente emocionada, le preguntamos quién se la
regaló, qué nombre le ha puesto, si la quiere mucho; descubrimos
que duerme con ella para no tener miedo, que se llama Blanquita, que
la encontró tirada y sucia en una esquina. Cantamos una canción
para esta linda ovejita, tengo, tengo, tengo, tú no tienes nada,
tengo tres ovejas en una cabaña, le cantamos una nana, duerme,
duerme ovejita, que tu mama está en el campo trabajando, te va a
traer muchas cosa para ti, y si la oveja no se duerme viene el diablo
blanco, chacapumba, chacapumba...
Sube
la oveja a lo alto de la pizarra maestro y que se tire para abajo,
tal como hace batman, y la subo y la dejo caer y la recojo, y gritan
entusiasmados, y ahora maestro tírala hasta que llegue al techo como
hiciste con supermán, y la oveja vuela hasta el techo y se ríen
entusiasmados, y ya está bien de oveja chicos, vamos a dejarla que
duerma un poquito, y la acuesto sobre la repisa de las cosas de buena
mañana que me traen mis buenos niños y siento que ellos logran que
mi imaginación se dispare y yo me convierta en un tipo un poco loco,
capaz de aprovechar lo más insospechado para dar un tono de alegría
participativa a ese tramo de la mañana que va desde la nueve a las
diez, al que suelen llamar asamblea y para el que yo no tengo nombre
ni denominación, ni falta que me hace.
ES una idea preciosa esa de traer los objetos por los que sienten algún apego emocional. Mis chicos son mayores ( de 6º) y esas cosas ya se han perdido hace tiempo, ahora les da hasta vergüenza decirlas, pero a mí me gusta mucho hacer asamblea, y sentarnos todos en el suelo, y contar lo que nos pasa, nuestros miedos, alegrías, preocupaciones, opiniones...conocer sus vidas y que ellos conozcan la mía. No se puede pedir menos a un grupo de personas qie pasan muchas horas del día juntos. Es un momento muy bonito.
ResponderEliminarUn abrazo, compañero
oye compañera yo creía que estabas con los peques, en infantil. a mi me encantaría estos últimos años que me quedan volver con loa mayores, con lo que estudié en su día, geografía e historia, después jubilarme e irme a pescar al pantano, a leer libros y a intentar ser feliz sin complicarme la vida.
EliminarUn beso amiga, ojalá algún día podamos vernos.
¿En infantil? No, no, aunque hay mucha gente que piensa eso cuando me lee, pero es porque en el fondo sigo siendo una niña, ja,ja,ja.Estoy pensando bajar un poquito, a 3º quizá, esa es una edad muy mágica. En cuanto a jubilarme...¡uf, no sé! Soy muy inquieta y si encuentro buen "caldo de cultuvo alrededor" no paro, aunque tampoco me gusta complicarme la vida, como a tí.Me dedicaré a escribir, a pintar...quizá pueda ver cumplido el sueño de ver publicado algún librito mío en una editorial, aunque sea modesta.Ja,ja,ja...Son cosas que pensamos....cuando nos llegue la hora...¡sabe Dios! Un día de estos, si quires, te enviaré un cuentecito mío para que se lo cuentes a tus niños.
ResponderEliminarUn beso enorme, compañero
Cundo quieras amiga, estaré encantado de leer ese cuento a mis pequeños, ya te contaré cómo reaccionan, no he visto hasta hoy tu respuesta a mi comentario, soy un desastre con esto de las tecnologías, voy dando palos de ciego...
Eliminarun beso.
qué bueno...como siempre! no estaría mal hacer "asambleas" entre adultos.con la edad perdemos imaginación, olvidamos las cosas a las que le tenemos apego o, al menos, no hablamos de ello.
ResponderEliminarNo sé si lo verás, pero si te pasas por mi blog, en este moemnto hay publicado un cuento mío muy simpático que se titula Don Pirata. Si llegas cuando ya lo he quitado lo podras ver en la etiqueta "CUENTOS". Espero que os guste, a tí y a tus pequeños. Ya me contarás.
ResponderEliminarUn beso, compañero