Esta
mañana, cuando entramos en clase, lo primero que les digo a los
niños es “escuchadme chicos, tengo algo que deciros, una noticia
que daros: hoy es mi cumpleaños, así que me gustaría que me
cantarais todos el cumpleaños feliz, lo mismo que hacemos cuando es
el cumple de cualquiera de vosotros, yo no quiero ser menos”. Por
supuesto me cantaron el cumpleaños feliz, con gran diligencia y
energía, con sus voces infantiles y sus expresiones espontáneas y
maravillosas. Después algunos propusieron que lo cantáramos también
en inglés, y así lo hicimos; no contentos aún seguimos con “feliz,
feliz en tu día, amiguito que Dios te bendiga...” y aún después
“es un muchacho excelente, es un muchacho excelente”, para
rematar con un súper estimulante, y unísono grito de reconfortante
felicitación colectiva: ¡FELICIDADES MAESTRO!
Después
de este inicio de jornada tan feliz, lo siguiente que hice fue llamar
a mi mujer y pedirle que fuera a buscarme unas bolsitas de “chuches”
para regalarles a la salida, es lo menos que yo podía hacer,
caramba.
Me
preguntaron cuántos cumplía y yo les dije que cincuenta y nueve y
escribí el numero en la pizarra y ellos por supuesto no sabían
leerlo y me comentaron que ya estaba yo muy grande, eso es cierto les
dije yo, y pensé que realmente yo debo ser ya muy “grande”, tan
grande, que mis niños no son capaces de entender ni asimilar el
número que representa mi edad.
Pero
luego pensé que tenía yo por otro lado una gran suerte, la suerte
de celebrar mi cumpleaños con ellos, de la misma forma y con los
mismos ritos que celebramos el cumple de cualquiera de ellos. A las
dos se fueron felices a casa con sus chuches y yo me fui contento con
sus canciones y felicitaciones.
Realmente ya no somos niños. Son muchos años y experiencias las que llevamos a nuestras espaldas, pero el trabajar con niños nos hace ser como ellos, y ese que llaman nuestro "niño interior" está siempre despierto, como uno más en la clase. Cuando jugamos con ellos, cantamos , reimos o cumplimos años..¡Qué más da los años que se tengan! Lo importante es saber disfrutar y dar importancia a las cosas pequeñas, como que un coro de niños nos canten el "cumpleaños feliz" ¿ crees que eso lo tiene cualquiera? Y yo, como no quiero ser menos también me uno a tus alumnitos y te deseo muchas felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias amiga, muy reconfortantes tus palabras, como siempre
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