Fueron
niños quienes pintaron esos coloridos pájaros que atrapados en
pequeños cuadritos adornan las paredes de la habitación.
Niños
son la materia prima con la que trabajo, esas vidas que se mueven de
un punto a otro, ese viaje incierto en el que tengo parte, en el que
a veces puedo decidir el rumbo o la velocidad o el naufragio.
Es
un niño esta personita que pasa las tardes junto a mi, viendo
dibujos en la tele mientras estoy sentado frente al ordenador,
haciendo sus tareas escolares, jugando a espadas conmigo mientras ríe
de manera contagiosa y se come mi pan (gestos exagerados de comer) y
se bebe mi vino (gestos exagerados de beber).
Niño
es ese humano bajito y entrañable que todos los días en el recreo
me trae una rica tortilla de patatas que guarda apretada en su puño,
por el que resbala y cae al suelo un puñado de arena; me como la
tortilla (gesto exagerado de comer), y él se me queda mirando
satisfecho y corre a traerme otra tortilla.
Es
una niña la que ayer mismo cumplía cinco años y sonreía coronada
después de pedir un deseo y apagar las velas: no supo o no quiso
mantenerlo en secreto y así supimos que su deseo nos implicaba a
todos: “Que todos seamos felices”.
SE me había escapado esta entrada tuya. De haberla visto, hubiera pasado antes.
ResponderEliminarLos niños son así, tan naturales, tan espontáneos, tan sinceros...trabajamos con la mejor y más importante materia prima del mundo, aunque a veces nos cansen y perdamos la paciencia...cuando se acercan y te dicen..."te quiero, maestro", nos llenan de emoción y no hay mejor pago a todo nuestro esfuerzo.
Un abrazo